La dicción
Sonidos mortecinos de las últimas
palabras de cada oración,
consonantes que se “arrastran”;
palabras que se modifican
al “tragarse” una parte,
términos y expresiones
que se unen incorrectamente.
La costumbre de hablar
“entre dientes”,
que suelen producir
tensiones en la mandíbula
Los ejercicios siguientes
estimulan una buena pronunciación.
1- Lea una página de un libro
sin emitir ningún sonido
Al hacerlo, fuerce los
movimientos faciales,
en particular los labios,
lengua y mandíbula.
Actúe como si declamara en voz alta.
Practique con la lectura de diversos textos
durante 5 minutos por día.
2- Lee un trabalenguas en Balleno,
como Dory en Buscando a Nemo.